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6/10/2015

Libertad y Summerhill dentro de los Métodos de Aprendizaje

En relación con la categoría de nuestras experiencias "Learning Methods", queremos tratar un tema que nos resulta interesante a la vez que importante dentro de los centros de enseñanza. Este tema es la libertad de los alumnos y alumnas dentro del centro, ya que es una de las cosas que más han destacado a la hora de narrar nuestras experiencias escolares. Y no precisamente por la presencia de esta. La mayoría de compañeros hemos destacado la falta de libertad que predominaba en nuestros colegios.

No nos queremos referir a falta de libertad como privación de libertad, si no que lo que echamos en falta es la falta de tiempo libre, de libertad para opinar o para pensar, etc. Además, todo ello venía condicionado por los castigos que imponían los maestros cuando nos equivocábamos o las malas calificaciones, que además teníamos que llevar a casa para que nuestros padres las firmaran. Todo esto forma un conjunto de pequeñas cosas que al final acaban formando toda una trama para ejercer un control total sobre el alumnado, sin dejar que se escape un detalle.

Hasta que hemos llegado a la Universidad no nos habíamos dado cuenta de lo que esto supone, ya que fuera de aquí nadie habla ni profundiza en temas de educación como lo hacemos aquí, ni siquiera hemos escuchado hablar a ningún maestro de primaria hablar de libertades de los alumnos dentro de su centro de trabajo. Por ello, estos temas nos han chocado bastante.

El primer contacto que tuvimos con este tema fue al estudiar la escuela de Summerhill. Los integrantes de este grupo de trabajo coincidimos en el primer cuatrimestre para la asignatura de Teoría de la Educación. En ella tuvimos que elaborar un trabajo en grupo en el que tratásemos las escuelas antiautoritarias, y dentro de ellas, Summerhill es el referente. Aprendimos que en ella no existen los exámenes ni los castigos ni los estrictos horarios que nosotros hemos sufrido en nuestras escuelas. Allí el alumnado es libre, va a clase cuando quiere, se examina cuando quiere y aprende lo que quiere, porque allí lo primordial es formar buenas personas partiendo del amor por los demás y por lo que cada uno quiere. De este modo, destacamos que el principal objetivo de esta escuela es la felicidad de los alumnos. Y para llegar a todo ello, la herramienta básica de Summerhill es la democracia. Todas las decisiones que conciernen a la escuela se toman en asamblea en la que participan todos los miembros del centro que quieran y en la que cada voto pesa lo mismo.

"En las asambleas, presididas cada día por un niño, se elaboraban todas las normas de funcionamiento interno de la escuela y se discutían  todos los problemas de convivencia que pudieran surgir". (Muñoz-Repiso Izaguirre, M., 1995. Summerhill y la utopía de la libertad, Revista de educación, nª 307, p. 411-425)

Ahora si que tenemos esa sensación de libertad que hemos descubierto que nos faltaba en la escuela, ya que en la mayoría de clases de ahora trabajamos en asamblea, permitiéndonos así igualarnos a todos en un mismo status y dando la oportunidad de expresarnos siempre que nos respetemos.

Creemos que la voz del alumnado es básica para en centro educativo, ya que este tiene que trabajar por las necesidades de los alumnos y para los alumnos, y sin que se les brinde la oportunidad de expresarse nunca se podrán conocer dichas necesidades. Oyendo al alumnado podemos mejorar la escuela en todos los sentidos, y paralelamente estamos haciéndolos libres, algo preciso en los tiempos que corren, en el que cada vez existe menos libertad de expresión para la ciudadanía. Hay que hacer conciencia de ello y educar de una forma alternativa para que no se pierdan más derechos.

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